Cómo Google descubrió las claves del éxito de los equipos de trabajo

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Cómo Google descubrió las claves del éxito de los equipos de trabajo

Durante años, Google ha invertido recursos y esfuerzos en determinar los factores que hacen que los equipos sean exitosos. Su proyecto “Aristóteles” fue uno de los más emblemáticos sobre esto, encontrando hallazgos sorprendentes en cuanto a lo que hace que un equipo sea efectivo.

El origen del proyecto Aristóteles de Google estuvo en responder a la pregunta: ¿Qué características tienen los equipos de trabajo más exitosos?

La meta del proyecto era determinar qué patrones y dinámicas son las que marcan la diferencia en los equipos que logran resultados sobresalientes, en comparación con aquellos que experimentan fracasos o dificultades.

El estudio no fue fácil y tomó años. Inicialmente, tuvieron dificultades para encontrar patrones y conclusiones concretas.

Patrones que no hacen la diferencia

Algo confuso fue notar que los equipos efectivos tienen configuraciones y dinámicas muy diferentes. Por ejemplo:

  • Algunos equipos exitosos se componían de amigos que mantenían lazos fuera de la oficina; en otros equipos igualmente efectivos, las personas se convertían en completas extrañas una vez terminada la jornada laboral.
  • Unos tenían estructuras más jerárquicas, y otros equipos igualmente exitosos eran más horizontales.

Pero lo más confuso fue darse cuenta de que equipos parecidos a simple vista mostraban una efectividad totalmente diferente.

También encontraron variables que no hacían la diferencia como:

  • Estar en la misma oficina
  • Que las decisiones se tomen de forma consensuada
  • Cuán extrovertidas son las personas del equipo
  • El nivel de seniority de las personas que componían los equipos
  • El tamaño del equipo

La respuesta de los equipos exitosos: certeza psicológica

Finalmente, llegaron a la conclusión de que los equipos efectivos compartían como factor común la “certeza psicológica”.

¿Qué es la certeza psicológica?

La seguridad compartida en un equipo. Saber que puedes tomar riesgos y mostrarte vulnerable en el grupo sin que esto traiga consecuencias negativas.

Hacer esto no pone tu trabajo en peligro. No es un problema decir que no sabes, puedes hablar de tus errores, hay espacio para experimentar, para innovar y aprender.

El efecto multiplicador de un equipo está en la forma de interactuar y su capacidad para colaborar

Los aportes individuales no hacen la diferencia

La cultura y el ambiente de trabajo permiten que esto pase.

Y aunque a algunos les gustaría creerlo, no importa tanto el perfil y las capacidades de un empleado a nivel individual. Las dinámicas de un equipo siempre serán el límite de lo que alguien podrá hacer a nivel individual.

Y aunque es cierto que los equipos se beneficien de tener “densidad de talento”, este factor por si solo no hará que un equipo sea exitoso.

Entonces, cuando llevamos el problema de la productividad a nivel organizacional, tendremos que decir que —en esta mirada— las habilidades individuales de cada persona importan menos que la cultura del equipo y de la organización.

Pero recuerda que hay distintos tipos de equipos y, como dijimos antes, el estudio de Google encontró certeza psicológica en equipos jerárquicos y horizontales, en los equipos de amigos y en los con trato solo profesional.

Esto quiere decir que la certeza psicológica se manifestará diferente en distintos equipos. Así y todo, en el fondo, lo que encontrarás en ellos es que las personas pueden hablar de sus inseguridades, incomodidades, miedos y aspiraciones de forma constructiva.

Recursos y datos extra

Primero un par de datos más técnicos:

  1. El estudio mostró que tener “una buena distribución de los turnos de conversación” era importante
  2. También encontró que los equipos más efectivos tenían un “alto nivel de sensibilidad social promedio” Y finamente algunos recursos adicionales si quieres explorar más este tema: